viernes, 14 de mayo de 2010

La fortaleza helada

Siempre tengo las manos frias. Cuando era chica (y no tan chica) cuando sentia que mis manos estaban frias iba y se las apoyaba en la nuca/espalda a mi abuela. Siempre la asustaba, y siempre terminaba ella cubriendo mis manos con las suyas que siempre estaban calentitas. Es increible de los pequeños detalles que uno se acuerda a veces.
Sigo jugando a "asustar" gente con mis manos frias: novios, amigos... Hoy se lo hice a él. Apoyé mi mano en su nuca, hizo el comentario de siempre "No tenes sangre!" y después tomó mi mano con la suya y sentí su calor y entonces me di cuenta que no solo mis manos estan frias.

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