viernes, 11 de septiembre de 2009

To have or not to have... lolas

Hace ya unos cuantos años averigüé todo lo necesario para operarme. Fue cuando finalmente llegue a la conclusión que mis lolas no iban a aparecer de un día para el otro. Es lo que hay, o lo que no hay en mi caso. En aquel momento la cuestión monetaria era un problema así que no me operé y la verdad es que por mucho tiempo no volví a pensarlo. Hasta el año pasado.

Es interesante también que este cambio de actitud tuvo que ver con mi vuelta a la Argentina. Me parece que acá "la gente" esta más loca por las cirugías que en otros lados, y por lo tanto no tener lolas ya no es algo que pasa, es algo que elegís, porque si quisieras te operas y ya esta.

Volví a hacer una consulta, elegí a mi cirujano, tenía hasta fecha posible y al final me abatate. Como buena ingeniera que soy decidí hacer una lista de pros y contras.


PROS:


  • No ser más una tabla de planchar.

  • Poder usar escotes/ strapless.
  • Balancear mi cuerpo.

CONTRAS:

  • Nadie te asegura que queden bien, más aún cuando sos una tabla.

  • Si se me cae la comida ahora quedaría en el escote.

  • Es una cirugía y eso no es moco de pavo.

  • No soy partidaria del dolor cuando lo puedo evitar.

  • Ahora solo me van a querer por mi cuerpo y no por mi maravillosa personalidad.

La decisión fue obvia, aunque no descarto que en algún momento la balanza se incline hacia el otro lado. Igual me quedaron en la cabeza las palabras de un compañero en el trabajo: "Lo que pasa es que si te pones las lolas te quedás sin excusas". Y tal vez tenga razón.

1 comentario:

  1. Primero, es preocupante que el regreso a Argentina haya hecho renacer esa idea.

    Segundo, apoyo tu decisión.

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