viernes, 27 de noviembre de 2009

Nubarrones

Hace un par de días que quiero postear algo pero todo lo que sale es una queja. Me quejo del trabajo, del clima, de mi vida. Y soy conciente que me quejo de llena.
Me quejo del trabajo porque hay y porque me importa lo suficiente como para terminar soñando en algun problema X (y decirme en el sueño que deberia soñar en problema Z que es el real). Trabajo en lo que me gusta o trabajo en lo único que me puedo imaginar trabajando. Y estoy agradecida por eso, aunque me den ganas de protestar y a veces las responsabilidades parezcan demasiadas.
Y si, la lluvia es una mierda. No tendria por que llover en Capital, si afuera, en el campo y demás lugares donde la seca hace que se vuele todo. Asi que nada, pensemos en que con suerte la lluvia alcanzó para evitar cortes de agua en alguna ciudad y aguantemos los pies mojados y los colectivos repletos.
Mi vida es complicada porque YO la complico, porque YO me retuerzo y bajo en la espiral del bajón. Asi que nada, a mirar el vaso medio lleno porque la espiral va solo para abajo y ya sabemos que el subsuelo no esta copado.

martes, 24 de noviembre de 2009

Never Say Goodbye

Me llama para ir a tomar un café (él café, yo té) justo cuando siento que el mundo esta por caerse. Charlamos, hago un poco de catarsis, como siempre me escucha y no larga mucha prenda, pero esta vuelta tengo ganas de hablar y no interrogar. Igual sé que él está bien, se le nota en la cara.
Nos conocemos tanto que a veces pienso que estamos conectados. Como esa vez que me compró el agua mineral sin que se la pidiera o como cuando me dice "te quedás?" porque sabe que no hay forma que me vaya a mover del futón.
Conectados por un universo un poco perverso que hizo que ayer cuando me subiera a su auto la canción con que arrancó el CD fuera la de nuestro (y de cada uno) primer beso.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Me dicen señora

Y si, asi es la cosa. Me dicen señora. Y ya no son nenes los que me dicen señora, son TODOS. En la verdulería, en el super, en el café y asi seguimos. En general no me molesta, al menos no tengo cara de soltera resentida, o tendré cara de casada mal atendida? Mejor no pensar en eso.
Lo único que tengo totalmente claro es que JAMÁS pienso corregir a alguien con el clásico "Señorita", porque eso seria sacar el carnet de solterona.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Catarsis I (o mejor no las cuento...)

Hay días en los cuales la soledad da alas. Alas para pensar, para fantasear, para disfrutar la soledad. Otros días la soledad es como una pesada cadena que cuelga de mi cuello, un algo que me tira abajo y que hace que todo lo que piense sea feo, que todas las fantasias terminen en pesadillas.

Digamos que hoy no es uno de los días bueno, si bien no es tan malo como ha sido otras veces, pero la verdad es que los fines de semana, la salida de la rutina de la semana, hace que la soledad se muestre a carne viva. Y a veces no importa que tenga actividades, que este con gente que quiero, se genera una realimentación positiva y la soledad que pesa pide más soledad, un sentimiento casi masoquista.

Y acá estoy, dándole pelea al sentimiento, porque la verdad es que ya me cansé de llorar sola.